Tras un periodo sin hacer ninguna salida "extra" el martes día 10 acometimos una que habíamos ido aplazando por el mal tiempo.
Empezamos la ruta media hora antes de lo habitual, con un ascenso hasta Colldejou pasando por Les Olles y un tramo de carretera y almuerzo en el parque. Lástima que el día ha salido bastante gris y las vistas no son las que nos hubieran gustado, pero que se le va a hacer.
Tras el refrigerio, duro ascenso en dirección al Coll del Guix y luego desvío a la derecha hacia la Torre de Fontaubella, donde hacemos otra pausa turística. Luego, nuevo tramo de ascenso por terreno bastante duro y una rápida bajada hasta Pradell.
Tras el tramo de carretera hasta la Teixeta, y debido a que es tarde, evitamos el ascenso a los Colls del Vicari y cambiamos la ruta directos a Duesaigues y, finalmente, una refrescante cerveza en Riudecanyes, que nos la hemos ganado!
El jueves, el día amanece aun mas gris que el martes, y al final no decepcionó: estuvimos soportando un "xiri miri" asqueroso durante mas de las tres cuartas partes de la ruta. En cualquier caso, al final fichamos otra vez casi 60 km...
El sábado hubo un acontecimiento diferente. Y es que tras varias semanas insinuándolo, el Nen por fin decidió darle un bautizo de BTT a su nieto Oscar.
Y creedme que el chavalín se portó como un jabato, pues teniendo en cuenta el "hierro" que tuvo que conducir (acero puro, con un solo plato enorme y encima ¡con el cambio trasero averiado!), prácticamente no se quejo una sola vez.
La verdad es que emociona ver una nueva generación (que además ya no es ni la de nuestros hijos) tan ilusionada al descubrir esos paisajes , esos caminos, esos bosques, a los que a veces nosotros ya casi no les prestamos atención. Y si no os lo creéis, poneos en la piel de Oscar, que antes de la 6 de la mañana ya estaba preparado y esperando la hora de salir... Seguro que recuperais un poco de esa ilusión.
El domingo, pasó la jaimitada de la semana. Salí a estirar un rato y me adherí al grupo de Pere. Madre mía como cambia ese grupo cuando faltan algunos ciclistas... Estábamos en el cruce de la riera en ¡23 minutos...!
La verdad es que ahí ya vi que no era mi ritmo, así que cuando empezaron a subir hacia el Coll del Mas del Cases desde Riudecols, ya me despedí de ellos, pues era imposible seguir el ritmo. Pero lo de la "jaimitada" lo decía porque, poco antes de coronar, las cuatro gotas que habían caído hasta entonces se convirtieron un un diluvio como hacia meses que no veía! Todo el descenso casi a ciegas por el agua que venia de todos lados! En fin, que a las 10,30 estaba en casa, empapado (bendito chubasquero) y, por supuesto, con un sol esplendido, para mas recochineo...
Y terminamos la crónica con unas imágenes que nos envía Eric. La verdad es que tras las inclemencias que nos ha estado describiendo estas últimas semanas, el paisaje que queda al final es de los que quita el hipo! Que preciosidad, con tantas tonalidades del color verde!
