Martes 20.
Plena canícula, con un calor sofocante, un almuerzo en el maño tras una sudorosa ruta por el pantano y Vilanova. Lástima que un pequeño despiste nos impidió llevar a Eric por el sendero de Els Carlins. Bueno, ya tenemos una ruta pendiente para el año que viene.
Jueves 22.
El sherpa sigue en horas bajas. Tanto, que no me dormí en la última salida de la temporada de Eric. Como no era plan de perdérsela, me fui directamente hasta el bar, en las piscinas de Aleixar, donde celebramos el fin de temporada del compi belga. Y cabe decir, a juzgar por las imágenes que siguen, que no lo pasmos mal.
Sábado.
Hay un dicho popular que reza: "algo tendrá el agua cuando la bendicen...". Pues el sábado se cumplió el dicho. Llevo tiempo clamando que estamos pedaleando por encima de nuestras posibilidades (cuando menos, muy por encima de las mías...😀😀😀), y recibiendo mofas y befas variadas... Pues bien, uno de los todopoderosos eléctricos, también ha sucumbido a la tralla que nos hemos dado estos días: el sábado, que por cierto íbamos por fin a ir a almorzar a Can Pallas, el Nen nos llamó para decirnos que tras una noche de dolor, deja de pedalear temporalmente debido a una ¿tendinitis? muy fuerte en una rodilla !!!!! Se ve que no recordó ese otro que dice: "cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar..."
La salida (Ramon y yo), acabó siendo productiva porque, tras una subida al Mas del Cases por Botarell, fuimos a probar el bar Can Sota de Riudecols y nos gustó bastante. Tanto como para repetir si tenemos en cuenta que la cuenta no llego a los 14,50 € por cabeza...
Domingo.
Poca historia. Un paseo por Els Tres Ports con vuelta por el aeropuerto, Reus y Riudoms para estirar los maltrechos músculos.
