Martes 24.
Después de que la tortícolis empeorara, el martes preferí descansar, así que los tres "hight voltage" se encontraron en su salsa para darle marcha a las máquinas.
Se dieron un homenaje por la zona del Mas del Víctor, Aixetones, Coll del Bosc del Manolo y Mas de Borbó. Si irán sobrados los ca...., que en el cruce del camino de Les Aixetones con el del Coll del Manolo se permitieron el lujo de bajar hasta el mirador de Almoster (y luego volver a subir, claro), solo para enseñárselo a Manolo.
Jueves 26.
Por fin parecía que sí!!! Por fin los astros se habían alineado correctamente y parecía que iba a caer el gafe de la salida a Can Pallas!!!
De hecho, aunque salimos una hora antes, el día era perfecto: buena temperatura, sin amenaza de lluvia y con mi dolor de cuello prácticamente olvidado.
En Vilaseca nos reunimos los cuatro y tras la parte monótona de atravesar Gavarres, Francolí, Tarragona (esta vez elegimos la ruta del Cementerio y camino del Llorito), disfrutamos de los bosques y caminos de la zona de mas Enric y el Gurugú y, sobre las 9,30, estábamos a pie de restaurante.
Supongo que por el arranque del relato, ya habréis supuesto que alguna cosa no cuadraba... Efectivamente: al acercarnos a la puerta del bar... ¡estaba cerrado!. De hecho, el viejo Pallas en persona, que andaba por allí barriendo el patio nos lo confirmo: ESTABAN DE VACACIONES. En conclusión, que sí, que el gafe de Can Pallas existe.
Menos mal que al final la cosa se arreglo pues, tras un esfuerzo mas, pudimos almorzar estupendamente en la cooperativa del Catllar. Balance pues bastante positivo ya la vuelta transcurrió a buen ritmo y antes de la 1,30 estábamos en casa.
Sábado 28.
Con las bajas de Ramon y José Luis y la incorporación de Víctor, completamos una ruta por Borges, Camí de Rocabruna y bajada a Aleixar por el camino de Sant Antoni.
Tras un almuerzo en las piscinas, completamos el recorrido con mas subida por el camino de El Collet y un poco de "decouverte" por caminos y senderos que nos llevan a la Riera del Salt y a la zona de la cantera del Cobic, con descenso hacia Cinc Camins y Riudoms. Por cierto que aunque José Luis nos había augurado lluvia, al final pudimos escaparnos secos...
Domingo 29.
Tras levantarme un poco tarde, decidí investigar los caminos y senderos de la zona que habiamos visto ayer tras el desayuno.
Despues de un buen rato de aburrida subida por la riera, estuve caracoleando por diferentes alternativas, pero al final casi ninguna me parecio apta para adoptarla en nuestra coleccion (trialeras demasiado peligrosas para nuestra edad).
Encima, un algarrobo se cruzó en mi camino (juro que yo iba por mi derecha y con las luces encendidas) y me dejo el brazo y un costado llenos de rozaduras. Mejor eso que el oso...