Martes 14.
Ya tenemos a Pep recuperado, así que incrementamos en uno el número de unidades. Y con un frio intenso, aunque con un sol precioso, quedamos en Riudoms con la intención de subir a almorzar a Alforja y luego volver por las Costetes. pero un imprevisto nos cambió los planes, ya que llamaron al Nen y tuvimos que regresar por la vía directa: riera abajo hasta las Borges y Riudoms donde nos despedimos de el. Manolo y yo aun estiramos un poco la ruta, aunque de todas formas volvimos a estar pronto en casa.
Jueves 16.
Con la vacuna (3ª dosis) recién puesta, con el Nen otra vez fuera de juego (esta vez por motivos familiares) y con Manolo también "out" (igual que yo, se vacuno y le dolía un poco), vuelvo a salir solo (oootra vez).
Subida al Collet del David y prolongación hasta el mirador de la Serra de la Pedrera desde donde gracias al claro día, se disfrutaba de un paisaje espectacular.
Descenso y vuelta a subir, en este caso hasta Les Olles, Rifàs y cantera. Luego, carretera del castillo y Vilanova, y para casa
Sábado 18.
Almuerzo en el bar L'Era con el Nen, esta vez después de un intento frustrado de subir al Bosquet Encantat de Riudecanyes (encontramos el camino cerrado con cadena). Como nos quedamos sorprendidos y no supimos que hacer, subimos hasta la cola del pantano donde hicimos unas magnificas fotos de la mini presa y del riachuelo que, aunque parezca mentira por el nivel tan bajo del pantano, aun sigue embarcando agua.
Domingo 19.
Y llegamos al domingo. Tras la pausa pandémica de 2020, se volvió a celebrar la tradicional Plantada del Pessebre de la Penya, en la Teixeta, esta vez en un formato algo deslavazado, sin el también tradicional almuerzo de baldanas en Duesaigües. Solo los villancicos y un pequeño piscolabis con bebida, frutos secos y turrón en el mismo coll. Y no veáis el frio que hacia: la niebla mantenía el lugar completa completamente encapotado, con todo el suelo cubierto de escarcha (de hecho, prácticamente la mitad de la carretera de subida desde Duesaigues lo estaba), y con una temperatura de -1º. Pero creedme, la sensación era de -3º o -4º. De hecho, cuando he empezado a bajar hacia Riudecols por la carretera, buscando el camino del Coll Negre a Duesaigües, he parado con la sensación que tenia una rueda floja, de tanto como vibraba la bici... ¡hasta que me he dado cuenta que el que "vibraba" era yo, con la tiritera!
En cuanto a la asistencia, tengo que decir que la cosa ha cambiado muchísimo, pues solo hacia ciclistas de carretera (y no demasiados), siendo yo el único en mtb, con lo que me he sentido bastante extraño. Lástima pues tenia grandes recuerdos de este evento...
