23 y 24 de Marzo

La semana empieza el martes con los jubilados (no me avisaron los malditos!) en una ruta inusualmente dura ya que parece ser que se marcaron un Coll de Sant Joan y un coll de la Batalla, cosa nada despreciable incluso saliendo de Reus.

El jueves ya si pude unirme a ellos y completamos una ruta de estirar pierna por la zona del Pont del Diable y Sant Pere  i Sant Pau. Por cierto que Ramón aterrizó en un bancal de cactus como si se hubiera tumbado en su sofá y acabó como un erizo, todo lleno de hojas de chumbera... Y por supuesto, eso le valió el bautizo de un nuevo camino: El Camino de los Cactus de Ramon. Enhorabuena a los premiados 😂😂😂.

El sábado ponemos falta a Ramon pero se une Jose Luis. Ruta típica y sin novedades para acabar en el Martí (casi que vamos al maño pero...). Vuelta por la playa a ver como se preparaba la temporada, aunque la verdad es que poco negocio había.

Y el domingo llega el plato fuerte. La idea original es subir a Mas d'Anguera por el Coll de la Batalla y el camino de las viñas pero la celebración del Open Scott, que tiene el trazado por el mismo sendero de subida al Mas, hace que en el Coll de la Batalla decidamos que será mejor subir por el camino de antes de Mascabrer. Bueno, digo subir cuando debería decir que suben ellos, ya que Víctor y yo declinamos la subida y vamos a bajar directos a Vilaplana por la carretera. La verdad es que me entraba la risa cuando les veía iniciar el camino sabiendo que las rampas son de campeonato. Y tanto lo son, que han creado un nuevo mito dentro del BTT60s...

Resulta que Jose Luis, que ya no iba muy convencido y tentado de darse la vuelta, ha comentado con Miguel la dificultad de la ruta, a lo que Miguel, ni corto ni perezoso, le ha soltado con todo el convencimiento del mundo: "No, si esto en nada ya empieza a mejorar...". Sí, sí, mejorar... calculo que en menos de 2 km debe haber unos 200 m acumulados. Total, otra frase mítica a añadir al acervo de nuestro grupo.

Y claro, mientras los aspirantes a maratonianos se entrenaban, Víctor y yo hemos sufrido un rato en el bar de la piscina de Vilaplana para solidarizarnos...