El martes ponemos falta a Ramon que tiene una agenda de lo mas apretada y salimos solo el Nen y yo para una ruta por los alrededores de Montroig. Y el jueves, con vistas a la nocturna del viernes, decidimos probar que tal es el plato combinado que sirven en las piscinas de l'Aleixar. La verdad es que la comida (aparte de un huevo frito seco como un churro) no está nada mal pero, tras pagar la cuenta, decidimos que no nos engañaran más: con la bebida y el cafe/carajillo habituales, nos soplaron 11,50 pavos a cada uno!. Decididamente nos quedamos con el Maño.
Llegó el viernes y con el la nocturna, con participación récord pues a última hora crecimos de los 4 iniciales a los 7 que al final nos juntamos. Buena cena, y buena cerveza para terminar la jornada. Si algún pero se podría poner, quizá la anarquía que reino durante el recorrido, con muchos cortes y hasta algún despiste que dividió el grupo al final.
El domingo celebramos el Día del Club, esta vez un tanto extraño, pues Miguel y Angel decidieron salir con la flaca. Total, que unos por otros, la casa sin barrer y acabamos almorzando separados (Angel y Miguel en el Maño y el resto en el Martí) y con un herido leve.
Y por supuesto, no puedo terminar la crónica sin recordar a nuestro belga favorito, que nos envía una foto de su periodo de aclimatación a la dura realidad de las no-vacaciones. En la foto lo tenéis junto a un compañero esperando el plato de callos (aunque no creo que llegara...😄). Por cierto Eric: tu cámara también hace las fotos al revés...
No hay comentarios:
Publicar un comentario