Llegamos al 5º aniversario. Ya hace cinco años que nos falta nuestro querido amigo, al que seguimos recordando día a día.
Una jornada en el que el tiempo ha aguantado bastante bien, después de un sábado revuelto y que nos ha permitido una ruta ligera con destino a la Ermita de la Roca y a un buen almuerzo en buena compañía.
Y como siempre, una sensación entre alegre y melancólica, sobre todo en esos momentos tan emotivos en que, como cada año, Contxi, Ingrid y Nerea han hecho la ofrenda de los ramos de flores desde lo alto del escarpe con los campos y el mar como fondo...
Muchas gracias a todos por acudir (tanto físicamente como con el corazón) y nos vemos en la próxima edición.
Molt bé Nica.
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