Una salida de paseo para estirar las piernas que también apetece. Eso si, un día bastante gris y tristón. Eric nos mandó una instantánea de un bonito molino de agua. Verdor estallante y además con una superbici en primer plano...
Sorprendentemente y de forma inesperada, contamos con Ramon con el que recuperamos, después de bastantes semanas en blanco y aunque de manera efímera, el almuerzo de los sábados. Antes del bocata en Riudecanyes, una ruta por el Trenet de Vilamanya y camino del pantano.
Amaneció un día con amenaza de lluvia y, por supuesto, no se quedó en amenaza. Con una lluvia fina (que la verdad tampoco molestaba tanto dada la agradable temperatura que todavía disfrutamos), decidimos anticipar el almuerzo y rodar después. Con que para el Maño que nos fuimos, donde nos dimos un buen homenaje con el clásico (Manolo el suyo: el bocata de tortilla), que completamos con un músico y un buen rato de tertulia. Entre tanto, la lluvia ya no caía con tanta fuerza así que seguimos ruta con ascenso al Castillo por Vilanova, bajada hasta la Argentera y finalmente el Camí del Trenet. A todo esto, la lluvia estuvo todo el rato jugando al escondite con nosotros: cada vez que nos poníamos el chubasquero, dejada de llover (y viceversa). En cualquier caso, como antes dije, lluvia que no molestó. Buena salida con el grupo completo...
La mañana empezó con Ramon llamando por teléfono para comunicar que al levantarse habia encontrado la bici con las dos ruedas desinfladas y que nada, que no le esperaramos... Madre mia, este muchacho.
Como Pep tenia trabajo, Manolo y yo rodamos por el camino de Riudecols a Les Irles y tras almorzar junto a la iglesia, subida a la Teixeta siguiendo la antigua carretera. Por cierto, vimos a los pilotos de Rally Catalunya (que se celkebra el fin de semana) revisando el recorrido del tramo.
De la Teixeta, tom,amos el desvio hacia Els Colls del Vicari hasta la Argentera y, por el camino de Vilamanya hasta Riudecanyes.
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