A las 8 de la mañana, Jaume, frente a Las Cadenas, tenía un problema: después de algunos días quejándose, definitivamente el mal funcionamiento del cambio le ha dejado fuera de la salida, así que finalmente me tocó tirar para arriba yo solo con 20 minutos de retraso. Además, resultó que avisó a Mònica (que no venía) y Jordi se ha encontrado solo en el punto de encuentro...
Pero finalmente, después de una llamada aclaratoria, nos reunimos Jordi y yo. Y con sorpresa, porque venía con la KTM. Así pues, como no podía ser de otra forma, hoy fiesta grande con subida (casi) al castillo, bajada hasta la Argentera y bonito descenso hasta Duesaigües. Y como quedaba batería 😂, un Trenet para completar. Buena salida y buen tiempo. De hecho, uno de los comentarios de la mañana ha sido "es el tiempo de hacer reír", cuando nos hemos cruzado con una chica con pantalón corto y camiseta de tirantes (ver nuestra indumentaria en las fotos...)
Aunque había bastantes probabilidades de lluvia y que además iba solo, no me resistí y salí a rodar un rato. Y, como no podía ser de otra manera, al final acabé mojado, pues (mala suerte) durante los últimos 3 km. antes de llegar a casa, cayó un chaparrón de aquellos que te dejan hecho una sopa.
Con Pep de vacaciones y Jordi que había pasado mala noche, salimos los incombustibles para el almuerzo semanal: ruta hasta la carretera del castillo desde Vilanova y bajada por el Mas del Pandot hasta Cal Lluis, con regreso típico por el camino de los toboganes de Botarell y riera de Montbrió.
Reentrada tras la pausa de vacaciones y con lo que parece que sea de nuevo otoño, a juzgar por el frio que hacia de buena mañana. De hecho, como también soplaba una brisa bastante desagradable, hubo que buscar refugio en la ermita de Sant Blai, para almorzar.
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