Solo una salida entre semana, con el Nen y yo dando cuenta de una calurosa ruta por la zona de Rifàs y les Olles. Eso sí, todo para dar cuenta también de un buen bocata con todos sus complementos en el Martí.
El viernes iniciamos temporada de salidas nocturnas y juntamos un buen grupo, que podría haber contado también con Eric que ya anda por aquí. Pero por no dejar a la mujer sola, al final desistió.
Total, que arrancamos seis con un calor de los que se pegan a la piel y tras una vuelta por la zona pedregosa de los alrededores de Montroig, nos plantamos a las 9:30 en la terraza del Martí. En cuanto a la cena, que no fue gran cosa, poco que decir, pero en cuanto al resto de la jornada, como siempre, una gran salida. Buen humor y cervecita final en el paseo de las palmeras, con nueva frase célebre acuñada por Miguel (a partir de ahora habrá que llevar siempre unas pinzas en la bici...).
El almuerzo oficial de club del domingo sí que reúne un grupo de los que no veíamos en mucho tiempo ya que juntamos a 9 ciclistas, sector internacional incluido.
Angel y Ferran siguen con su preparación y salen una hora antes mientras que el resto como siempre, tras recoger al Nen (Ramon no se ha podido levantar), enfilamos el combo de Rieras (la de alforja, la de Riudecols y la de Les Voltes), y una dura ascensión debida al calor que hace, por la zona de Rocabruna con reunificación final en las piscinas de l'Aleixar.
Alegría y buen ambiente al ver a todo el grupo reunido de nuevo a pesar de que el bar estaba a tope y tuvimos que hacer equilibrios para montar un sombrajo en el que comer.
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