Pues parece definitivo: esto, más que un grupo, ya parece un dúo cómico. Y tal y como sugería Jordi mientras pedaleábamos él y yo solos, en lugar de ser los Pancetas, más bien deberíamos llamarnos Pan & Zeta...
En cualquier caso, el motivo de la reducción de hoy ha sido debido a causas muy variadas. Uno (ya imaginareis quién) se fue a dormir caliente después de la fiesta de boda de Oriol, el otro (que también adivinaréis) tenía que quemar ramas de árboles y el vasco que tenía la bici "ruidosa". En cuanto a los Baconcillos, parece ser que levantarlos de la cama era misión imposible...
La ruta muy rápida y con un día muy agradable. Digo rápida porque sobre las 11 ya dejaba a Jordi en la Plaça dels Llapis con un buen grupo de kilómetros y con un nada despreciable desnivel acumulado.
A ver si la próxima semana se anima esto un poco más.
Un jueves que, aunque a ras de costa saló soleado, fue poniéndose cada vez más gris a medida que ascendía. Ja en la zona de Rifàs y sobre todo en el Castell d'Escornalbou, las nubes y la humedad de las lluvias que se anunciaban para días posteriores, hicieron su aparición.
Rápido descenso hacia Duesaigües y despues el Camí de Vilamanya hasta Riudecanyes, con un último esfuerzo por el sendero de los toboganes.
Se me olvidaba: solo, otra vez...
Con Pep y Jordi, subimos a Puigcerver (Jordi todavía no había estado) por el Camí dels Castanyers. Por cierto que me acordé de cuando subía con la Alma y me entro como un escalofrío. No se yo si podría subirla ya.
Una vez en la ermita, cuando ya estábamos a punto de enfilar hacia Riudecols, me acordé que Jordi es del Priorat, así que se me ocurrió soltar "pues ahí, un poco más arriba, está La Miranda, desde donde se ve el Priorat..." Y claro... A la Miranda que subimos. La verdad es que valió la pena porque el muchacho se quedo enamorado de la vista que se disfruta.
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