A las 7 de la mañana, no llovía en ningún sitio de Cataluña... ¿un momento, en ningún sitio? Pues sí, en Cambrils y en Reus sí que llovía. Y como siempre, empezamos con la ronda de mensajes que si se sale, que si llueve, que si no... Además, Jaume avisó de que no se encontraba bien y que no lo esperábamos. En resumen, que sobre las 8, parece que la cosa se se medio aclaró y nos decidimos a probar.
Por primera vez, contabamos con Ángel, que vino con la eléctrica. Esto, añadido a Juan con su KTM y Javi que probaba también una bici amperimétrica, nos dejó a Jordi ya mí completamente vendidos (así voy yo de piernas...)
La salida, muy buena, con nada de lluvia y con más de 50 km por la zona de Maspujols, Castellvell, el Picarany y Almoster, en cuanto a subida, y después bajada rápida por el aeropuerto, Vilaseca y Aigües Verds.
Con la acumulación de kilómetros que arrastro, la idea era no salir y reposar un poco. Pero a las 8 estaba dando vueltas en la cama, de manera que acabé por levantarme, vestirme y salir a dar una vuelta. Y como siempre, chino-chano, acabé por llegar hasta Aleixar, donde sabia que estarían almorzando el Nen con Oscar y probablemente también Manolo. Y sí que estaban, incluida Pi que salió con Manolo.
En cuanto a la vuelta, decline subir el Fill de p...., y bajé directamente hasta la riera del Salt, donde hicimos un breve reagrupamiento, y cada uno por su lado (yo, por supuesto, cuesta abajo y directo pa' casa...😁).
Dia de almuerzo que esta vez tocó en el bar de cabecera en Riudecanyes. Eso si, tras hacer hambre con una subida desde Vilanova hasta la carretera del castillo y luego Mas del Pandot y Trenet.
Después de almorzar (ese mixto de tortilla y butifarra negra!!!) un último esfuerzo con la subida hasta la pista del Banc de Fusta y chulísima bajada por el sendero hasta los toboganes. Y solo hay que ver las fotos para comprobar el radiante día que tuvimos.
Hacia mucho tiempo que rodábamos por esa zona, así que Manolo y yo, decidimos subir hasta la Carabassa. Y además, con un día esplendido que nos ofreció unas vistas increíbles. Si hay que poner alguna nota negativa, quizá un poco de viento en la cima, aunque encontramos un rinconcito reservado donde tomar el refrigerio la mar de a gusto.
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