Después de la toma de contacto del sábado, y con un dolor de culo terrible, pude volver a reunirme con los Pancetillas, aunque la primera intención era rodar un poco con ellos y darme la vuelta cuando la cosa fuera a peor. Y la verdad es que finalmente, la cosa vino rodada: un paseo suave sin ninguna subida brusca (aunque salieron más de 600 m. de desnivel) que me permitió finalizar la salida todos juntos.
Por cierto que, aunque en el grupo de Whatsapp cada día hay más peña, ¡los que salen los domingos siguen siendo 4 gatos!
Tras casi dos meses en dique seco y ya recuperado de la última reparación de chapa y pintura, cogí la bici por fin.
Con precaución (y con la faja puesta) empecé por dar una vuelta de dominguero por el carril bici de la costa y luego por la nacional hasta el otro carril bici hasta Montroig. Y como aparte del dolor de culo y el calor de la puñetera faja, parecía que la cosa no iba mal del todo, me anime con un poco de camino: subida hacia Vilanova por el sendero del bosque encantador y luego abajo hacia Montroig de nuevo, Mas dels Teixels, Montbrió y un café en el campo.
En general, aparte de los dolores típicos de un tiempo sin montar, parece que el reinicio ha sido con éxito.
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