Aprovechando que Cyril está de vacaciones, le llevamos a ver que tal se defendía en bici y le monté pedales fáciles a la eléctrica.
A primera hora (quedamos a las 7:30) y aunque pueda parecer repetitivo, ya hacía muuuucho calor. Y a medida que pasaba la mañana, mientras rodábamos por la zona de Montroig, Olles y subida a Rifàs, la cosa no mejoró. De hecho, durante la subida de asfalto por Rifàs, más de una vez me dieron ganas de quitarle Wild. Le salvó que el no podía llevar pedal con calas.
En cualquier caso, bravo por el Cyril que cumplió muy bien las expectativas y se lo pasó muy bien... Y con el premio final del desayuno y la piscina.
Tras una buena temporada, contamos otra vez con José Luis y con Ángel, aunque a última hora se borró Pep. Previendo la canícula feroz que está cayendo, quedamos media hora antes y tras una breve deliberación decidimos repetir en el bar de Almoster donde, a pesar de estar bastante concurrido, pudimos tomar algo sin problema.
Para volver, alargamos un poco hasta la Selva, Mas Passamaner, aeropuerto y Vilaseca. Buena salida y buena compañia.
Como finalmente Eric no fue el miércoles al Pont del Diable, y con la ausencia del Nen al que no le hacia mucha gracia ir, optamos por cumplir la obligada ruta romana de cada año.
La verdad es que en la zona de picnic del Pont del Diable se oía tal escandalo de las cigarras (imaginaros el calor!) como hacia tiempo que no veía. Algo verdaderamente ensordecedor. Tras comer algo y las fotos de rigor, continuamos por los bosques hacia el Mas de l'Arc t Mas de Pastor, pero en la primera urbanización (donde en principio tenia previsto girar para volver por el cementerio de Tarragona) me despisté y acabamos ampliando ruta hasta el Gurugú y vuelta por la Budelllera, Playas y puerto.
A todo esto, naturalmente se nos hizo un poco tarde, pero en Vilaseca (las 12 pasadas) tuvimos que parar a renovar líquidos, cosa que fue a base de un par de buenas cervezas en nuestro bar de chinos favorito...
Primera prueba de fuego real tras la operación y primera salida con Eric de esta temporada. Y ambas cosas con éxito porque, además de pedalear muy cómodo (excepción hecha de la maldita faja), el almuerzo en Almoster muy bien, al fresco de los arboles.
Y para volver, aunque ya habíamos machacado a Eric con un sube-baja machacón, todavía tuvo ganas para subir hasta la fuente de las Aixetones e incluso hasta Mas del Borbó... ¡Este belga sigue estando mas fuerte que le vinagre!
Un placer a leer siempre este journal de bord
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