Aunque nadie hubiera dado un duro por este domingo, ya que todos esperábamos un día lluvioso, finalmente sí hubo salida.
Eso sí, como se puede ver en las fotos, el grupo no crece... Más bien se encoge. Y es que el otro habitual (Jaume) se hace viejo y ahora se ha hecho daño, o sea que lo tenemos lesionado como Anartz.
En cuanto a los "incombustibles", una salida de esas de verlas venir. Ya por la mañana, nada más salir de Riudoms, la primera en la frente: empieza a llover y claro, después de la empapada del pasado domingo, todos corriendo a ponerse el chubasquero... Total, que después de toda la parafernalia, volvemos a ponernos en marcha y.... pues por supuesto, dejó de llover. Lo que se dice "cara de tontos..."
En cualquier caso, finalmente el tiempo ha aguantado perfectamente y nos ha permitido una buena ruta, por los caminos que a tope de agua, barro y mucha arena.
En un principio, debido a las previsiones para el fin de semana, no iba a salir, pero a las 8 vi que no solo no llovía, sino que incluso asomaba una puntita de sol.
Así pues me vestí y agarré la Alma con la intención de dar una vuelta corta. Y como es natural, todo fue un espejismo, pues no había llegado a Vilaseca, cuando empezó a chispear. Y peor aun, ya en el pueblo, y de repente, empezó a caer con ganas. De hecho, tras ponerme los avíos de lluvia y enfilar hacia la Pineda (la intención era ir a Salou y de allí a cas), en la Torre del Dolça se abrió el cielo. talmente como si hubieran abierto un grifo, y tuve que meterme en la covacha que hay en las rocas de debajo de la torre.
Pero la verdad es que al final, mucho ruido y pocas nueces, porque en diez minutos paró y me permitió acabar una rutilla de 40 km sin mas contratiempos.
Pep se borro a primera hora porque, literalmente, "tenia tormentas a las 12"...😂, pero Manolo y yo nos animamos, ya que no se veía tan mal. Y al final tuvimos premio, pues el tiempo nos dió tregua y nos permitió completar una bonita ruta de subida al Coll de les Masies y bajada a Argentera donde recuperé una antigua variante por el camino del cementerio hasta el Coll dels Xiprers y gran descenso hasta Duesaigües.
Y pera completar la jornada, tras un buen bocata en lo de Lluis, vuelta por Botarell y el sendero de los toboganes.
Empezamos la semana entre dos aguas (mas bien entre nubes y claros) pero decidimos que podria dar para una buena ruta sin lluvia.
Tras subir por el camino de Rocabruna y bajar por Sant Antoni de Aleixar, hicimos una parada en la ermita de San Blai y después ascenso al Mas del Borbó por el Mas del Garrut. En el cruce hacia les Aixetones, no tentamos mas a la suerte y tiramos recto hacia el Picarany, Castellvell y Riudoms, donde nos despedimos. Y por suerte, ¡sin una gota!
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