El día salió ventoso y hubo bajas: Jordi y Mònica comunicaron que no venían. Pero, por otra parte, Chias, que en principio no venía porque ya había quedado, resultó que le dejaron tirado, o sea que finalmente fuimos tres.
Después de un par de horas de intentar esquivar la ventolera, por la zona de Aleixar y Les Borges, paramos en el bar La Cassola a celebrar mi cumpleaños (¡65 palotes uno encima del otro!) con unas cervezas. Y la verdad es que, no si si por las cervezas, o si es que las rieras estaban a tope de arena, Chias tuvo un par de derrapes de esos que echas de menos el vídeo 😂... Menos mal que la eléctrica se estable porque si no, hubiéramos tenido tema de conversación para toda la semana.
Por cierto, que mientras estábamos en el bar, se nos ha acercado un chico (jovencito) que se ve que estaba participando en la carrera de bici de Scott (creo) y le ha pedido a Jaume si podía utilizar su teléfono... El pobre, nos ha explicado que estaba en carrera, y ha vomitado hasta la paella de ayer (palabras textuales suyas) y que lo necesitaba que lo vinieran a buscar. Lo mas chocante ha sido que, de dentro del bar, ha salido un individuo con pintas de yonqui, que le ha hecho entrar adentro, para que no se enfriara... La sorpresa ha sido que un hombre que estaba por allí nos ha dicho que el tipo con pintas de "gorrilla" sevillano era... ¡el alcalde del pueblo! Para que veas que no se puede juzgar por el aspecto externo.
Tras varias semanas sin hacer pleno en cuanto a asistencia, por fin nos juntamos os cuatro habituales. Bueno, tres y medio porque Jordi nos vino un poco perjudicado, con una tos de esas que dan un poco de miedo 😂.
Pero en cualquier caso, tras parar a comer algo en Vilaplana, se portó como un machote y continuamos hasta Mascabrers y Coll de la Batalla por el camino de las viñas... La verdad es que una ruta con bastante buen tiempo (para lo que ha sido la tónica habitual estas últimas semanas) y un buen acumulado, tanto de distancia, como de desnivel acumulado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario