Parece que el verano no tiene ganas de marcharse y, después de poner falta a Xavi y Rafa que se borraron a última hora, pusimos en marcha ruta con una sensación de humedad bestial.
Una ruta que nos llevó por la zona de Montroig, Olles y Rifas, para volver por Vilanova y Riudecanyes. Por cierto, contamos con Anartz, que vino con su nueva bici (que le está un poco pequeña...)
Pep había quedado con Oscar y también se apuntó Jordi. Y como no tenia muchas ganas de ir sacando la lengua, salí media hora antes y quedé con ellos en el bar.
Una subida desde Vilanova hasta el parquin del castillo y luego bajada hasta Argentera. Y la verdad es que no llevé mal ritmo pues todavía me sobró tiempo: llegué 10 minutos antes que ellos...
La bajada, vertiginosa hasta Duesaigües y Riudecanyes y sobre las 12:30 en casa.
Pep continua trabajando duramente, pero ya contamos con Jordi. Y como toca los jueves, salida con un objetivo: ir a almorzar.
En esta ocasión, le dimos una segunda oportunidad al bar de Almoster en el que, aunque con algún fallo (esa tortilla de medio huevo), no almorzamos mal de todo.
La anécdota del día es sin duda el asunto del disco de freno trasero de Jordi que, al final de la bajada desde el camino de Les Aixetones, le hacia un ruido espantoso. Y el motivo era que estaba tan fino (yo calculo que no llegaba al medio milímetro en algunas zonas), que con el calor se deformaba y le rozaba en la pastilla. Y no me puedo creer lo que le comento el mecánico cuando le llevó la bici (cito): "el disco no te lo cambie porque no estaba para cambiar...". Sin comentarios
Una espectacular ruta para descubrir la variante que lleva a Castelló desde El Forat del Vent.
La verdad es que el ascenso desde el punto donde nos desviábamos siempre, y el valle que viene luego, son de los que quitan la respiración. La verdad, impresionantes montañas.
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