Un domingo bastante gris en el que reunimos el núcleo duro del Pancetas para una ruta que, en principio, debía multiplicarse por dos (para algunos..).
Buen ritmo hacia Les Borges y Aleixar y, después de subir el Fill de P... y bajar por el sendero hasta la riera del Salt, un segundo esfuerzo hacia los depósitos de Castellvell.
El tema central de la salida, ha sido claramente el "safari" fotográfico en el que he intentado (por activa y por pasiva) capturar alguna instantánea chula de Anartz... Y creedme, ni perseguir fotografías de fauna salvaje en el Serengueti es tan difícil como enganchar a Anartz en una foto espontánea. Eso si, después de toda la mañana escapándoseme, ¡¡finalmente le he "pillado"!! Y una buena foto, si señor. Si quereis verla, la tenéis al final del post.
En cualquier caso, como siempre, un domingo estupendo con buen rollo. ¿Qué más se puede pedir?
Al final, como dicen los franceses "je t'ai eu!"
O, dicho en román paladino: ¡TE PILLÉ!
😂😂😂
Jordi tenia asuntos médicos pero aún así prometió subir a almorzar, así que Pep y yo nos marcamos una subida a Miradors de Les Borges antes de tirar para el bar. En esta ocasión, volvimos al bar que ya habíamos probado Jordi y yo lña semana anterior (el Casal de Maspujols) que nos había sorprendido por la calidad/precio excelente. Y la veradad es que no quedamos decepcionados, porque estuvimos muy bien: gran atención y buen humor por parte del camarero (cuando le espetamos a Jordi que como no había subido en bici, el camarero soltó: ah, sí, si... le he guardado la bici en el almacén...), buenos bocatas y preció sin competencia.
Pues nada, ya tenemos un nuevo bar de referencia en nuestros itinerarios.
¡No hay manera de coincidir! En este caso el que tenia asuntos propios fe Pep, así que se me ocurrió llevar a Jordi a una de las ermitas "altas" que todavía no conocía, que en este caso fue Sant Pere.
Aunque el día no estaba demasiado claro en la línea de costa, las vista, tanto desde loas curvas del camino de acceso, como luego las que se tienen desde la propia ermita, le sorprendieron muy agradablemente. Y es que aunque hacia el lado de mar, la cosa estaba algo turbia debido a la humedad, el espectáculo de la parte norte, con la sierra de la Mussara y Albiol, era espectacular (y si no, mirad que foto). Y como anécdota, cuando empecé a enumerarle las ermitas "altas" que ya había conquistado, resulto que a la de la Roca, en Montroig, ¡todavía no le hemos llevado!... Habrá que subsanar el error.