La crónica de esta semana es corta en salidas, aunque muy rica en anécdotas, tal como podreis ver si continuais leyendo.
Entre semana, por motivos varios, no he podido salir por lo que el martes solo entrenó Pep. Así que el sábado, con muchas ganas, nos reunimos de nuevo solamente él y yo para nuestro almuerzo semanal. Volvemos a probar Maño y quedamos gratamente sorprendidos, pues en tres cuartos de hora estamos listos para seguir pedaleando. De vuelta a casa nos hemos atrevido con el Collet del David en sentido inverso. La verdad es que ha valido la pena por los paisajes que nos ha regalado este día tan claro y soleado.
El domingo nos juntamos cuatro ciclistas, pues Ferran quedó en acompañar a Ferranet y a sus compañeros a Porrera. En un primer momento hay ganas de ir a la Selva y subir a Sant Pere, pero, por una parte las pocas ganas que tenia yo, y por otro un viento bastante fuerte que seguro que nos habría hecho la puñeta, al final hemos acabado en el Pont del Diable. Y, ya que estabamos allí, nos hemos animado a ir un poco mas allá y no hemos acercado hasta la urbanización Manou, no sin antes tener que sortear un montón de enormes pinos derribados durante la tormenta del jueves. Por cierto que en uno de esos pinos caídos nos hemos hecho una foto en la que ha aparecido un ser de luz que pa' mi que era un extraterrestre o algo...
De bajada hacia el cementerio de Tarragona, hemos visto que el sendero estaba bloqueado por mas arboles, así que al final, a Sant Pere y Sant Pau por carretera y de nuevo al Pont del diable. Luego, como no teniamos bastante, río arriba hasta el vado de Costantí donde ya ha sido el despiporre (mirad, mirad, el vídeo que ha hecho Miguel).
Y como no hay dos sin tres, en el Turó hemos hecho la jaimitada final. Conversacion real:
Angel: vamos recto que salimos al 112 y cortamos camino.
Yo: Angel, seguro que has pasado?
Angel: Sí, si, que sale a lo del lago del 112.
Yo: bueno, va...
Total... 30 minutos perdidos entre via del tren, aeropuerto, rotondas... Una risa floja viendo que eran las 12 y ni por asomo habiamos llegado ni a Vilaseca. Total, a la una cada oveja en su corral, yo con bronca por las horas de llegar, Angel con un tiron por el salto del canguro. Ah.... y Ferran, que de Porrera nada. Se ve que se debió poner como el tenazas y toda la noche sentado en el trono blanco.
En fin. Un día para recordar y contar. Ahí van unas imágenes y perdón por la chapa:
Per no oblidar. Je je je.
ResponderEliminarAngel, que sea leve la lesión.
Ser de luz flotante (no veis que no tiene piernas) jajajaja
ResponderEliminarMe lo pasé genial, gracias compis