Parece que esta, una de las últimas rutas del verano, debería llamarse la Ruta de Todo al Revés.
Y la verdad es que sí, todo salió al revés: una salida que habíamos pactado como corta y ligera, se convirtió en una rutaza de mil pares; de una primera previsión de subir por Masriudoms (por una confusión mía que últimamente fallo más que una escopeta de feria), acabó siendo una subida por el Camí dels Pous d'en Cirici que me dejó baldado. Y del calor, mejor ni hablamos...
En cualquier caso, con todo y la dureza, resultó una buena salida. Algo larga eso sí, pero ya se sabe que para admirar los bosques y valles de la zona de Castelló, ha que sufrir los interminables y pedregosos kilómetros por los laterales de la autopista. Resumiendo, bastante aceptable como despedida de la temporada.
La lástima es que se nos hizo muy tarde y, no pudimos llegar hasta Castelló... Otra vez será.
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