Martes 14 de Septiembre. Boscos de Poblet

Tras diversos aplazamientos, por fin pudimos rodar por los bonitos bosques de Poblet. Un poco de historia para la posteridad.

Etapa 1, en la Espluga falta gente!

Tras cargar las dos eléctricas, la las 8 en punto me vienen a recoger (mmm, tarde vamos) y enfilamos hacia Espluga, con el primer error por mi parte, ya que he dirigido a Ramon por la A7 y la autovía de Lleida, con lo que nos hemos tragado el Coll de l'Illa. En cualquier caso, a las 9 estábamos en orden de marcha, pero... segunda cagada del día: me he olvidado el móvil con el navegador! que mas me puede pasar? Y menos mal que tras unos minutos de desconcierto, he recordado que en la mochila llevo el Samsung pequeñito que también tenia instalada la ruta. Menos mal...

Arrancamos en dirección Poblet y tras una ascenso caluroso por el camino de Castellfollit y una parada para foto en la Roca de l'Aliga, completamos la parte mas dura de la ruta, aunque también una de las mas bonitas en lo que a bosque se refiere.

Etapa 2,  almuerzo y Parada en Les Tres Creus

Ya en el llano, nos damos cuenta que son las 11, así que le damos caña para intentar llegar cuanto antes a la Taula dels 4 Batlles (ya hemos decidido que almorzaremos antes de ir a Les Tres Creus) y sobre las 11:20 estamos sentados moviendo el bigote, Ramon en la silla de Vimbodí, Nen en la de Prades y yo en la de Rojals...

Tras unas divertidas fotos, completamos el tramo que nos queda hasta Les Tres Creus donde hemos dejado que Ramon disfrutara de esa salida del bosque a la maravillosa perspectiva del valle de Prades que se ve desde el acantilado de la Mola d'Estats. La verdad es que ha reconocido que la vista es espectacular y que vale la pena llegar hasta allí solo por el gusto de disfrutar del paisaje.

Etapa 3, Mirador de la Pena y Font del Deport

Toca el regreso, con unos cuantos repechos que antes pasaron desapercibidos pero que ahora, con el buche lleno y las piernas con casi 900 metros, se hacen un poco pesados. Pero volver a contemplar el paisaje desde el mirador, también compensa los esfuerzos.

El sendero de bajada nos da el susto del día: "cuidado, que hay un árbol y no cabe el manillar..." No lo he acabado de decir cuando lo he tocado yo mismo y me he pegado un batacazo contra una piedra  (suerte que solo ha sido solamente una rodilla un poco despellejada).

Y de la fuente, que puedo decir? Parece mentira que con el calor que hace, el agua siga saliendo con esa temperatura tan helada!

Etapa 4, bajada por el camino de la Trinitat

Para finalizar un gran ida de bici, no puede faltar la vertiginosa bajada hacia Espluga pasando por la Ermita de la Trinitat. Aquí se ve lo cabrones que pueden ser estos dos eléctricos: uno hecho polvo de la espalda con el traqueteo de las piedras y el continuo curveo, y por detrás el típico "...joer, vamos tan lentos que se me van subiendo los caracoles..."  Lo dicho, cuanto cabrooooooón...