Tras el aplazamiento y con la intención de que no nos coja el crudo invierno, por fin nos decidimos a montar la ruta por el Priorato que nos había pasado el Pep Antenero. Tras una revisión en el ordenador, la verdad es que no me daba muy buena espina i además, sabiendo que Jaume Piñol estaba implicado en la ruta, la sensación de mosqueo era aun mas grande).
En cualquier caso, tras cargar las bicis en el parquing de Ramon, poco antes de las 9 estamos en Cornudella, con una niebla que no permite ver mas allá de 50 metros (otro factor favorable!!!).
Arrancamos con buen ánimo y bastante frio debido a la humedad y enseguida vemos que las sospechas sobre la ruta iban a ser ciertas: camino súper estrecho, que pica siempre hacia arriba, y con muchos tramos en los que hay que poner pie a tierra. Y ojalá hubiera seguido así, pues cuando no llevábamos ni una hora en marcha, en un punto donde podíamos elegir ir por carretera unos 300 metros, decidimos seguir el track a través de unas viñas (se ahorraban unos 100 metros).Mmetimos la pata hasta el corvejón... Bueno, la pata no. Lo que metimos fue una cantidad de barro en las ruedas, que en unos cientos de metros las ruedas se bloquearon completamente. No podéis imaginar lo pegajoso que era... De hecho, Ramon incluso tuvo que desmontar el guardabarros delantero para poder liberar la rueda.
En fin, que el resultado fue de casi media hora de limpieza de ruedas, zapatos, cambios y, en vista del éxito, una decisión unánime de llegar hasta La Morrera por carretera. Solo decir que hicimos 9 km en ¡hora y media!.
Tras el almuerzo en La Morera, nos animamos a seguir con el track, con la condición de vigilar en no meternos en mas fangales. Y ahí fue la segunda equivocación del día, ya que en vez de continuar hacia Scala Dei, lo que hicimos fue tomar el mismo camino que hubiéramos hecho si hubiéramos continuado en lo de las viñas... Total, que una vez nos dimos cuenta que estabamos retrocediendo (y gracias sean dadas a los mapas de Oruxmap), dimos la vuelta y bajamos por un camino precioso que nos llevó de nuevo hasta la ruta original. Eso sí, el punto de enlace ya era cercano a Cornudella. Tras discutirlo, decidimos retroceder por el track hacia Poboleda y desde allí, hasta Scala Dei y la Cartuja. Hay que destacar que este "retroceso", que naturalmente luego implico desandar lo andado, fue un calvario (mira, una calle de Poboleda se llamaba así!) de sube-baja que me llevó casi al límite.
Ya bien entrada la tarde (llegamos casi a las 3 al coche), y tras dejarnos un dineral en el lavacoches para quitar el barro, volvemos con una sensación agridulce, pues, aunque la ruta vale la pena, reconocemos que nos hemos equivocado de temporada. En primavera volveremos a probar.

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