Martes frio y ruta para entrar en calor: desayuno de bocata en Vilanova y camino del castillo para luego bajar (pelados de frio!) por el camino de Duesaigues. Tras coger el camino del Trenet de Vilamanya y alargar un poco hasta Botarell, completamos el día prontito en casa.
Jueves 13.
Con la idea de almorzar en el bar de enfrente del velódromo de Montroig, acometimos el Pas del Tord por el camino de Riudecols. Tras el ascenso y la subsiguiente bajada por el camino del viaducto del tren hasta la carretera de Duesaigues, continuamos hasta Montroig donde, fracaso total, nos encontramos con el bar cerrado... Como ya no tenemos la opción del Martí, nos fuimos al Maño (en la terraza, por supuesto) donde, además de pasar frio, nos tomamos unos bocatas de tortilla con todos sus "avios".
A la vuelta, al llegar al Check Point, Manolo se destapó con que le apetecía tirar mas kilómetros (es lo que tiene cansarse poco!!!) así que él y Pep continuaron hacia Reus y yo, para casa.
Sábado 15.
El sábado, al Nen se le antojó (muy fuerte) un desayuno de tenedor, así que nos decidimos por la Era de Riudecanyes.
Repetimos subida por Vilanova en dirección castillo y una vez en la carretera, a la derecha a buscar el camino del Mas del Pandot. Como anécdota, decir que intentamos hacer el camino del "Bosque encantado", pero nos lo impidió un contratiempo nada mas empezar: una mujer que estaba quemando ramas, nos regañó (con toda la razón) por pasar por lo que no deja de ser una finca particular. Así que tras este contratiempo, no osamos continuar por la cadena del final de la urbanización. De hecho, creo que los dos estuvimos de acuerdo en borrar definitivamente esa ruta de nuestra colección.
En cuanto al almuerzo, que os puedo decir... el Pep se puso hasta el culo de longaniza, judías, huevo frito, etc. y yo no me quedé atrás con el exquisito bocata de "baldana". Y de vuelta, todavía nos dio tiempo de rodar por la zona de la estación de Botarell!
Domingo 16.
Para completar la semana, salida de domingo. Y yo creo que ha sido el día que mas frio he pasado en todo el invierno. Yendo hacia Vilaseca y luego subiendo hacia Almoster, la sensación de casi congelación en las manos llegó a ser incluso dolorosa. De hecho en Almoster tuve que parar en el bar y pedir un café con leche para poder calentarme las manos, que no entraban en calor de ninguna manera.
Ya mas reconfortado (el sol también empezó a ayudar) subida al Mas del Borbó y rapidísimo descenso por el Mas del Garrut hacia Aleixar y riera abajo hasta Riudoms.
No hay comentarios:
Publicar un comentario