Como hay que acoplase a las costumbres de los que te acogen, Eric y yo nos presentamos a las 7:15 para compartir ruta dominguera con el grupo de Pere.
Ya con un calor importante, enfilamos en dirección Vilanova, con la idea de subir hasta la carretera del castillo y despues, bajando por el Mas del Pandot, hacia Duesaigües por el Camí de Vilamanya. Una vez en el pueblo, Riba, Pere y Rafa, han continuado hacia Argentera (era demasiado pronto para parar a almorzar), mientras que Eric, Victor y yo hemos bajado hacia Riudecanyes, donde hemos despedido a Victor.
Como era muy pronto (saliendo esas horas, la mañana cunde una barbaridad!), hemos decidido subir hasta el Pas del Tord por el camino del viaducto del tren y el Mas del Cases y una vez arriba, camino de la estación de Botarell donde le he enseñado a Eric el sendero de los toboganes hasta Botarell. Rápida bajada por el sendero hacia el Barranc de Seguries, Mas dels Teixells, Parc Samà y Cambrils, donde nos hemos despedido: el a la playa y yo para el campo.
Esta vez sí contamos con Eric. Y además se unió José Luis, así que grupo númeroso (para lo que estamos acostumbrados últimamente).
Con un calor espantoso, tras reunirnos con Pep en el cruce de la Riera, decidimos probar en el Maño, o sea que tiramos hacia Montbrió, Arboset y una vuelta por Les Olles para llegar pronto. La verdad es que a las 9:30 ya estabamos en el bar... Pero, madre mia como estaba! Vamos, que suerte tuvimos de encontrar mesa. Total, y para no alargar: a las 11 volviamos a coger las bicis. Y menudo regreso a más de 35 grados de temperatura.
Fallaron Eric y Ramon por asuntos propios. El resto, quedamos de nuevo a las 7:30 y hicimos unas barritas antes de almorzar en l'Era de Riudecanyes. Como era relativamente pronto, subimos por el Mas del Pandot hasta la carretera de Riudecanyes. Y aunque quedaban solo unos 600 metrros para enlazar con el camino de bajada a Vilanova, Pep se dió la vuelta por el tiempo, con tan mala fortuna que creyó que nosotros seguiamos para arriba. Y no, dimos tambien la vuelta hacia abajo pero, por mucho que gritamos, iba tan "enflechado" que no pudimos darle caza. Malentendidos que veces pasan...
Aunque ya tenemos aquí a Eric, el martes no salía (llego justo el lunes tarde) así me di un dia más de descanso y disfuté de otra jornada de carriles bici. Pep y Manolo (Ramon no salíó), soltaron caballos y al castillo que subieron, a ritmos endemoniados.
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