Los cuatro habituales, y una ruta que empieza a sonar a cosa seria. Con Jordi en su nueva bici y Jaume sufriendo un poco en el tramo de Vilanona al castillo (aunque no se puede negar que progresa y que en nada lo subimos a Puigcerver), llegamos hasta el mismo recinto del castillo que, aunque todavía en obras, ya empieza a parecer otra cosa.
Para volver, nos hemos bajado hasta Argentera y Duesaigües y hemos completado por el camino del pantano hasta Riudecanyes. Buena salida y nuevo récord del Panceta's, ya que hoy hemos superado los 720 m de desnivel (y bien trabajados!).
Ni Pep ni José Luís han dado señales de vida, así que, fiel a mi nueva costumbre de no salirme mucho de zona poblada cuando voy solo, di mi vuelta por Els Tres Ports y prontito en casa. La verdad es que con estas salidas de turista, la media de altura acumulada se está yendo al carajo, pero que le vamos a hacer...
Sin Ramon, que ya confirmó ausencia la semana anterior, comenzamos ruta con la intención de almorzar en las piscinas de Vilaplana. Tras una ascensión por la variante de arriba del camino del Pi de les Valls y un buen bocata con todos sus avíos, acometemos el Camí dels Garrigots hasta el Bosc de la Torre (nos encantó la primera vez que hicimos ese tramo, y nos volvió a gustar muchísimo)y, una vez en la salida al camino principal (después de la cadena) giramos a la derecha para subir hasta la Urb. Portugal. Luego bajada rápida hasta Aleixar y riera abajo hasta Riudoms donde nos despedimos hasta la próxima.
Salió un día un tanto revuelto, con viento molesto, sin llegar a ser desesperante y nubarrones que soltaban alguna gota esporádica.
Cuando nos reunimos con Pep (Ramon se había borrado a ultima hora), este no estaba demasiado por la labor y decidió dejarlo estar e irse para casa., mientras Manolo y yo mantuvimos la intención de coronar Puigcerver.
La verdad es que esquivando al viento como buenamente pudimos (el riesgo de lluvia se disolvió y salió un solete estupendo), coronamos la ermita por la cara de Alforja y Creu del Formatge y sobre las 10,30 estábamos tomándonos el bocata en la puerta.
La bajada, ya con el viento de espalda, por el directo hasta Riudecols y luego riera de Montbrió. Y sobre las 12, en casita, satisfechos de que la jornada saliera razonablemente bien!
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