Aunque Jordi quería hacer una ruta de mas de 70 km y +1300 m, al final se impuso el sentido común y, aunque completamos la salida más larga y con mas desnivel desde que salgo con los Pancetas, la cosa fue mas moderada: Picarany, Mas de Víctor, Camí de les Aixetones y Coll del Manolo en la primera parte, en la cual se vio el desgaste de los mas de 700 metros acumulados. Para la bajada, dos opciones, pues Anartz y Jaume se divirtieron por trialeras variadas mientras Jordi y yo, mas conservadores, optamos por rodear por Mas del Borbó y Aleixar antes de reagruparnos en la riera, a la altura de Maspujols.
Con José Luis, que es caro de ver, damos una vuelta hasta Vilanova, con la intención de subri hasta la carretera del castillo y almorzar en el Cunirri. Pero la verdad es que, con la excusa que JL tenia ruta larga el domingo, acabamos recortando hacia Riudecanyes y comiendo el famoso bocata mixto lo de Lluis. Total, el sábado es día de tertulia, ¿no?
Tras muchos aplazamientos, y con un nuevo Ramon en el grupo (vino Ramon Yuste a compartir un buen rato de bici), nos levantamos media hora antes para cumplir con el almuerzo en Can Pallas. Ramon (el otro Ramon), no ha dado señales de vida así que, aunque con la sensación de que igual lo encontramos allí, almorzando, seguimos esperando su presencia.
Buena ruta, Con nuevos caminos aportado por Ramon Luis, por la zona de Rodolat del Moro y algunas alternativas a la clásica que hacemos siempre. Y la verdad es que el tío, con su nueva Focus, va como un tiro y nos llevó por senderos bastante chulos y técnicos.
Ya en Can Pallas, sorpresa!!! Efectivamente, allí estaba Ramon, dandole al bocadillo, pues se ve que estaba harto de esperar (esperó menos de media hora, el jodio...). La verdad es que estuvimos muy contentos de verle. Además, celebro su reciente cumpleaños con una convidada general... Olé por Ramon!!! Viva y bravo!!! 😂.
Vuelta por el Camí de la Budellera , puerto de Tarragona y Francolí donde nos despedimos de Ramon Luis... Sin duda volveremos a pedalear todos juntos.
Bocata en la mochila (y café con leche en la del Nen) y ruta clásica por Vilaseca, Almoster y Coll del Manolo. El verano ya se nota plenamente, a juzgar por el atuendo del Pep, que ha abandonado (parece que definitivamente) la rebequita y los manguitos.
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