Este domingo el número de ciclistas creció notablemente porque, aunque Juan falló, contamos con Monica, Anartz y oh sorpresa, con Oriol. ¡Ah! y Jaume también llevó al Carlitros.
Una vez decidido que era necesaria una salida que (literalmente) le borrara la sonrisa al bueno de Oriol y habiendo elegido que iríamos hacia la zona de Vilaplana, iniciamos ruta riera arriba, a buscar el camino de Els Matxos. Y precisamente fue ahí, cuando dejábamos el camino para tomar la carretera, que tuvimos la avería (yo creo que no me había encontrado nunca en una así) relacionada con el mismo Oriol: los cleats de las zapatillas, se habían soltado y ¡se habían quedado fijados a los pedales...!
En cualquier caso, una vez solucionado el problema, llegada a Les Borges y hacia Vilaplana por el camino de les Valls donde, poco a poco parece que si que se le fue borrando la sonrisa, lo que inició las conocidas bromas que ya son características de los Pancetas (yes que hay mucho cabrón suelto...).
En la bajada hacia Aleixar, otra anécdota, pues Jaume vio una calavera de cordero y, efectivamente, se la llevó... Y qué pinta que hacía con el muñeco y con la calavera enganchados a la mochila. Bueno, mirad la foto y podréis juzgar vosotros mismos.
Salida con poca historia, con una ruta llanita para estirar los músculos que, tras la rutaza del martes (tengo que empezar a enchufar mas el motor) tenia un poco cargados.
Paseo marítimo de poniente, Montroig, Vilanova y una paradita en el campo completaron unos 40 km suaves y relajantes.
Tras algunos aplazamientos, por fin contamos con Jordi que parece estar casi totalmente recuperado, si exceptuamos algunas molestias menores. Y digo casi recuperado porque, tras subir hasta el Mas del Cases por la cara de Botarell, se bajó como un campeón todo el camino de La Feredat hasta el viaducto del tren... ¡con la horquilla bloqueada!. Con dos co....s 😄.
Una parada en Cal Lluis de Riudecanyes para el imprescindible almuerzo de los jueves y un último esfuerzo por el camino de la del riego hasta Botarell y despedida en Riudoms.
En un principio, la idea era ir a Albiol pero, una vez acabadas la curvas de la carretera, a Manolo le apetecía mas llegar hasta las torres de la Mussara, así que para allá que nos fuimos.
Tras comer un bocado y tomar unas espectaculares fotos (la verdad es que solo por la vista, vale la pena llegar hasta allí, aunque tengas que comerte la carretera), continuamos hasta el pueblo de la Mussara y luego Castillejos y Coll d'Alforja donde, por fin, dejamos el asfalto para coger el camino hacia Alforja, riera y en casa antes de la una.
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