No se si este verano va tener un limite en lo que al calor se refiere, pero esta ha sido una de las noches mas calurosas que recuerdo.
Y con estos antecedentes, algo antes de las siete Xavi, que en principio era el único que se apuntó a dar una vuelta (Jordi de vacaciones en Darmòs, Abel que no estaba por aquí, Jaume bastante fastidiado de la espalda y el resto que no dieron señales de vida) me avisó que la noche había estado movida y que el sueño le vencía (ser padre...que bonito...😂) Así pues, que remedio: me tocó para variar, bailar solo una vez mas.
Lo del calor no era broma, pues la previsión daba que prácticamente todo el territorio a la izquierda de una hipotética línea entre Cambrils y Alforja, estaba en situación de peligro de incendio "negra", por lo que lo del sábado en Riudecanyes era probable que fuera generalizado, así que opte por un recorrido por el Tarragonès: Gavarres, Constantí, El Morell, Vilallonga y La Selva, donde encaré hacia el Campo por Almoster, Castellvell, Reus y Riudoms. Pues eso.... otra vez superados los 60 Km, con un nada desdeñable acumulado de más 600 m.
Rutilla de circunstancias por los alrededores (Montroig, Vilanova, Riudecanyes, Reus...) en solitario y con un calor de tres pares de coj...
Como anécdota, en el camino de Vilanova a Riudecanyes, ya cuando sales a la carretera, habia una cinta de mossos prohibiendo el paso. Y es que no me extrañaria que, tal como está el tiempo, la situación finalizara por ser de emergencia y mas de un camino acabe cerrado. Mañana será otro dia...
Manolo, el muy traidor, me dejó solo y me plantee una ruta que parece estar algo dejada últimamente. Me refiero a la ruta de Castelló que, para mi, es una de las mas bonitas del repertorio cotidiano.
En un principio, con la bici cargada a tpe, la idea era la clásica Castelló, Remullà Santa Marina, Carabassa, pero un poco antes de llegar a Castelló, me fijé que el camino que sube a El Forat del Vent estaba inusualmente bien pavimentado. Y ni corto ni perezoso, como no era tarde, para arriba que tire. Y la verdad es que hice bien, porque hay que ver lo bien que han dejado las famosas curvas del acantilado del Els Munts, con una capa de hormigos muy bien acabada que te permite tanto subir, como bajar sin dificultad. Y además, ya sabéis la vista que se tiene desde arriba. Queda pendiente hacer todo el valle el próximo día que suba...
Pues nada. Ruta clásica finalizada y, aunque con un calor que partía las piedras, satisfacción por la bonita jornada y los preciosos paisajes. Y sobre todo, por la salida de la rutina cotidiana.
Martes 12 (ver ruta: Vilaplana - L'Albiol - La Selva del Camp)
Manolo y yo, mano a mano, nos marcamos una subida hasta el Albiol (luchando contra un calor y una humedad de las de antología), con un descenso superdivertido hasta La Selva. Y es que el que diga que subir, para luego bajar, no vale para nada, no sabe lo que se pierde...
Y por cierto, echad un vistazo al tipillo que se le está quedando al Manolillo con tanto baile...😂









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