Sin tener muy claro si el martes habrá salida, me llamó José Luis para dar una vuelta y me lancé. De hecho, también tenían que venir Abel y (teóricamente) Jaume, pero al final, el primero declinó a primera hora de la mañana y el segundo no dio ni siquiera señales de vida.
Así que JL y yo mano a mano, nos marcamos un castillo subiendo por Vilanova y, tras foto en el parking del Coll de les Alsines, rápida bajada hasta Aergentera, Duesaigües y Riudecanyes, para acabar la salida con una buena cerveza en La Cadenas.
Jordi estaba con gripe, Jaume desaparecido en combate y Abel que decidió subir en coche, reunimos cuatro ciclistas para la última Festa de l'Oli del año, que en este caso era la de Almoster.
Ruta no demasiado exigente por el entorno de Castellvell y, a las 10 en punto en el campo de futbol dispuestos a degustar un buen almuerzo. Allí despedimos a Rafa que no se quedaba y nos reunimos con toda la familia. El almuerzo, como siempre, no decepcionó en cuanto a la comida, aunque el asunto de que no haya mesas es algo molesto. De todas formas, aprovechando una pared de piedra y que Juan se acercó a Reus a buscar una mesa de camping, pudimos almorzar la mar de bien, aunque con la cantidad de gente que había tardamos bastante. De hecho eran ya las 11 pasadas cunado arrancamos dirección Riudoms, donde nos despedimos de Jordi (Axet) y sobre las 12,30 en el campo.
De nuevo solos Manolo y yo encaramos jornada (con bar) y rodamos a buen ritmo por Borges y Aleixar. Por cierto que antes de llegar a este último, nos encontramos a Pep Mestre que andaba deambulando solo. Al preguntarle si le pasaba algo, nos contestó que se le estaba agotando la batería y que se había separado del grupo para irse directamente al bar. Ah, y luego en el pueblo, nos cruzamos con Rafa (del mismo grupo de Reus) al que enviamos al bar de Maspujols, donde podría reunirse con el resto. Total, una mañana de recogida de ovejas descarriadas... 😂
Un almuerzo excelente, como siempre y Manolo con hambre, pues se pidió bocata completo. Y ya sabéis como son los bocatas completos de la Mariana.
Vuelta a casa con un último esfuerzo hasta el Coll de Banys y Riudecols y poco despues de las 12 en casita. Por cierto: ¡ni gota de viento!
Observareis que la salida tiene un título curioso: "Puigcerver por 2". Y a continuación os explico el por qué de este título.
El día amaneció bastante nublado aunque no hacia demasiado frio y acometimos la ruta de la que habíamos hablado el día anterior en dirección Puigcerver. Una ruta que, a partir de Riudecols, empezó a acelerarse, pues íbamos un poco tarde.
La cosa es que la subida la hicimos en unos 35 minutos (desde Riudecols) y Jordi llegó un poco perjudicado. Para colmo de males, arriba sí que soplaba viento y, aunque en la terraza se estaba relativamente protegido, cogimos frio y tiramos como balas hacia abajo por la Creu de Fromatge y Alforja con la intención de parar v a tomar un café en Ca la Mariana.
Y aquí viene la explicación prometida: aunque paramos a tomar ese café (y lo tomamos) resultó que Manolo se dio cuenta que se había dejado la mochila ¡en la ermita!. Pues eso, Manolo y yo de nuevo para arriba, desandando el camino y como almas que llevan el diablo (en la mochila llevaba todo lo que no se puede perder hoy día). Tal ritmo pusimos, que desde el bar hasta la ermita tardamos exactamente 24 minutos...
¡Ah!, y lo mas importante... La mochila seguía allí, así que el esfuerzo extra al final valió la pena.
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