Una jornada con mas participantes de lo normal pues, aunque faltaba Mónica, se apuntaron Anartz, Jordi Axet y Rafa. Por cierto que al pobre Rafa le pilló una "pájara" subiendo al Mas del Cases desde Botarell que le hizo pasar un mal rato. Y es que cuando te toca, te toca y no puedes hacer nada (bueno, si que puedes hacer algo: ¡sufrir!)
En cualquier caso, mal que bien, pudimos coronar y luego bajada rápida hasta la riera de Riudecols, Borges y para abajo, que la fiesta del aceite esta vez la teníamos en el campo.
Después de trasnochar el viernes, no había muchas ganas de madrugar, así que iniciaba ruta sobre las 8,30 (solo...). Una vuelta por la zona de Montroig, Vilanova y Riudecanyes y una parada para un café en lo de Juan, para acabar alargando hasta Salou y carril bici hasta casa.
De nuevo salida atípica (jueves sin bar) y solos Jordi y yo, ya que Manolo tiene asuntos médicos y Pep parece que se hizo daño en un tobillo...
Ruta mixta, con una primera parte de subida hasta la parada del bocata en Almoster y una segunda, más típica de verano, llaneando por El Morell, Constantí, Gavarres y Vilaseca. En cualquier caso, un dia precioso y un buen rato pasado.
¿Y por qué el título? Pues porque, como veis en las fotos, se cambió el almuerzo semanal al martes, debido a que Manolo no podía el jueves (ahí, sentando precedentes...😂).
Un buen almuerzo en el bar del Casal de Maspujols tras una buena tirada de casi 30 km. y para finalizar, una visita a la ermita de Sant Antoni, donde hicimos unas fotos bien divertidas. Lógicamente, de ahí para casa.











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