Solo salimos tres, pues Jaume avisó el sábado noche que no se encontraba muy fino. Así que con la intención de llegar hasta el Coll Negre, subimos hasta Borges y Riudecols en dirección a Les Irles, donde Jordi tuvo un percance en forma de caída de esas que no quieres que se sepan. La verdad es que le fue bien, porque Anartz y yo íbamos un poco por delante y la caída en si quedó en el "anonimato".
Tras llegar al pueblo y coger un tramo de la carretera vieja hasta el Coll, rápida bajada hasta Duesaigües y Riudecanyes, donde todavía alargamos un poco por el camino de la estación de Botarell y Barranc de Seguries hasta Montbrió
Aunque Jose Luis nos había dicho de venir, finalmente se le complico la velada y declinó. En su lugar, apareció Manolo que no tenia a Conchi.
Fuimos a probar el bar de las piscinas de Aleixar (con nueva dirección) y, aunque a Pep no le gustó, yo creo que se le podria dar alguna otra oportunidad, a ver si mejora. Eso si, el precio, en los límites, bastante mas caro que en el bar de Lluis (relación calidad precio).
Manolo no pudo salir por asunto familiar y decidí mantener la rutina, así que saqué la Wild con la intención de forzar al máximo el musculo y ahorrar electricidad. Y durante la primera parte de la ruta, la cosa funcionó. Eso si, una vez se empezó a empinar la cosa, como me temía, empecé a tirar de motor. Y es que, no nos engañemos: si hay motor, al final la tentación es tan fuerte que acabas claudicando...
Martes con la última salida de esta temporada de Eric. Incluso Pep hizo las gestiones pertinentes para poder venir al menos a almorzar.
Tras subir por el camino del Trenet de Vilamanya y por el camino rosa hasta la carretera del castillo, bajamos a almorzar al bar El Café de Vilanova, que ya habíamos probado el sábado. Buena ruta, buenos amigos y buen almuerzo... Que mas queremos?
Y con un punto de tristeza despedimos a Eric, no sin constatar que, al final, ya queda menos para el verano de 2024, ¿no?
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