Domingo 10 (ver ruta: Un castell)
De nuevo sin Oriol, que había prometido venir (y van...) nos juntamos los 4 de siempre e iniciamos ruta hacia Riudecanyes y camino de Vilamanya.
Con buen tiempo (en principio) al llegar al camino rosa, enfilamos dirección al castillo (oootra vez...), no sin algún que otro rezongue de Jaume. Y ahí empezó a cambiar el cima, pues la humedad que se sentía en el ambiente (todo el castillo estaba envuelto en nubes bajas) nos hizo sudar pero bien.
De todas formas, hubo premio, ya que tuvimos la oportunidad de visitar al completo la iglesia románica, incluyendo la cripta subterránea, la cual me sorprendió por su profundidad y gran tamaño.
Eso si, una nota agridulce por parte del personal del monumento, que nos obsequió con una bronca porque, literalmente, estábamos causando daños al patrimonio... (HABIAMOS APOYADO EL MANILLAR DE LA BICI EN LAS PAREDES DE LA IGLESIA). Definitivamente, en este mundo tiene que haber de todo.
Tras mas de un mes sin poder celebrar nuestro almuerzo sabatino, aprovechamos que Oscar tenia actividades y Pep y yo nos fuimos hasta la Urb. Portugal a estrenar almuerzo en el Mesón el Chuletón, del que me habían hablado muy bien. Y la verdad es que la experiencia no nos decepcionó porque, además de que el lugar es muy bonito y fresco, la comida no esta nada mal. Además me encontré a un exalumno de Vilaseca (40 años después) que me hizo mucha ilusión. Sobre todo que, tras tanto tiempo, me reconociera...
Tras la actividad ciclista extra del miércoles (día de gestiones en Reus seguido de una pequeña ruta por la zona de Castellvell y riera del Salt), el jueves me levante animado para alargar ruta, tanto en longitud como en altura, así que me fui hasta La Miranda de Puigcerver por Riudecols y después bajada hasta el Coll de Alforja, Alforja y Aleixar, completando con un Fill de p.... y Riera del Salt abajo.
Subida al castillo desde Vilanova y por primera vez, ya con la obras acabadas, pude comprobar como ha quedado el monumento. Lo mas notorio, la iglesia, de cuyo interior pude tomar una fotografía (por primera vez!)
La vuelta, por Argentera, Duesaigues, Riudecanyes y Mas del Cases por el camino de la Feredat. Y es que con el motorcico no hay quien nos pare...
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